Las radiofarmacias del Reino Unido se enfrentan a una serie de retos únicos en la cadena de suministro, desde el abastecimiento de materias primas hasta el transporte de isótopos inestables, todo ello antes incluso de poder iniciar el complejo proceso de producción de radiofármacos vitales.
Una reciente visita a la reunión de otoño de la Sociedad Británica de Medicina Nuclear (BNMS) en The Oval, Londres, puso aún más de relieve esta cuestión, con presentaciones reveladoras de personas como Neil Heraghty (King’s College Hospital NHS Foundation Trust) y Scott Edmonds (Guys and St. Thomas Hospital NHS Foundation Trust).
Exploramos algunos de los temas tratados, como la dependencia del Reino Unido de las materias primas extranjeras y la propuesta del Proyecto ARTHUR para garantizar un suministro nacional más fiable de isótopos.
La cadena de suministro justo a tiempo
Debido a la corta vida media de los radioisótopos, las radiofarmacias se ven obligadas a adoptar una cadena de suministro justo a tiempo (JIT), en la que todos los materiales y equipos deben llegar en el momento perfecto para poder pasar a la siguiente fase de la compleja cadena de producción de radiofármacos para los pacientes. Sin embargo, a diferencia de otras industrias que aplican el modelo JIT, las radiofarmacias no pueden almacenar estos materiales radiactivos debido a su rápida desintegración. Esta extrema sensibilidad al tiempo hace que su cadena de suministro sea muy vulnerable a los retrasos y a los obstáculos logísticos que podrían afectar a la integridad del resultado final: los medicamentos que salvan vidas utilizados en la lucha contra el cáncer.
Sin embargo, el primer problema para las radiofarmacias del Reino Unido comienza en el origen: el Reino Unido fabrica muy poca de la materia prima necesaria. Aunque existe una red nacional de ciclotrones, más del 80 % de la materia prima se suministra actualmente desde fuera del Reino Unido.
Dependencia de reactores extranjeros
El Reino Unido depende del suministro constante de materia prima procedente del extranjero, principalmente de tres reactores europeos: el HFR en los Países Bajos, el BR2 en Bélgica y el reactor MARIA en Polonia. Por lo tanto, es inevitable que surjan problemas cuando estos reactores requieren mantenimiento: el reactor HFR estuvo fuera de servicio durante un largo periodo en 2022 debido a un «fallo técnico» y una fuga en el sistema de refrigeración. Desgraciadamente, esto coincidió con los trabajos de mantenimiento que se estaban llevando a cabo en los otros dos reactores. La capacidad actual apenas puede hacer frente al cierre de dos plantas por mantenimiento, pero la interrupción del funcionamiento de las tres provoca graves problemas.
Este mantenimiento periódico es necesario debido a que cinco de las seis centrales eléctricas principales de Europa tienen más de 50 años y requieren cada vez más mantenimiento para seguir produciendo el volumen de materiales necesario. La demanda también está aumentando, lo que supone una presión añadida para estos reactores envejecidos.
Hay nuevos proyectos en marcha para sustituirlos, con varios proyectos importantes de reactores y aceleradores en construcción en Estados Unidos, Bélgica, Canadá, Francia y Argentina. Las centrales nucleares actuales también han visto prolongada su vida útil en unos 10 años, pero sin duda habrá un periodo de transición que puede causar problemas en el suministro regular y fiable de isótopos, tanto en el Reino Unido como en otros países.

Cinco de las seis centrales eléctricas principales de Europa tienen más de 50 años. Fuente: OCDE: «Tendencias actuales en el suministro y la utilización de radioisótopos médicos» (septiembre de 2025).
El proyecto ARTHUR y las propuestas nacionales
Con la construcción de un reactor nuclear nacional específico, el Reino Unido no solo reduciría su dependencia de la importación de materias primas del extranjero, sino que también tendría acceso prioritario a los radioisótopos que necesita para satisfacer la creciente demanda en el país.
Un ejemplo es el proyecto ARTHUR, la propuesta del Gobierno de Gales para 2023 de utilizar un reactor de investigación para producir radioisótopos médicos, como el tecnecio-99m (Tc-99m) y el molibdeno-99 (Mo-99), de uso muy extendido. El diseño propuesto se basa en el modelo australiano OPAL y su estudio de viabilidad técnica fue aprobado a principios de 2023. Esta propuesta se encuentra actualmente en manos del Gobierno del Reino Unido, con una proyección de costes de aproximadamente 400 millones de libras esterlinas.
Transporte transfronterizo de radioisótopos
El transporte de radioisótopos requiere empresas de logística especializadas como Life Couriers, expertas en el transporte de material radiactivo. Cuando se cruzan fronteras internacionales, estos transportes se vuelven aún más complejos. Además de los riesgos que conlleva el transporte de materiales radiactivos, los problemas en los controles aduaneros o cualquier retraso en el trayecto afectan directamente a la potencia cada vez menor de los isótopos.
La red logística global de radiofarmacia de Life Couriers ha aliviado esta presión sobre las radiofarmacias y la industria de la medicina nuclear en general, al proporcionar un transporte fluido de isótopos entre países y continentes. Esta solución permite a las radiofarmacias del Reino Unido seguir importando materias primas hasta que se establezca una fuente nacional fiable, si es que eso llega a ser posible.

Life Couriers es el proveedor número uno de logística radiofarmacéutica a nivel mundial, con más de 780 000 entregas de medicina nuclear completadas en 2024.
Una red logística dedicada al Reino Unido
El Reino Unido también necesita una red de transporte nacional, capaz de transportar radioisótopos, equipos y radiofármacos desde los aeropuertos internacionales hasta su destino, o entre las radiofarmacias y los departamentos de medicina nuclear.
En mayo de 2025, Life Couriers puso en marcha una red dedicada a la logística de radiofármacos en el Reino Unido, basándose en la experiencia adquirida durante más de 45 años de entrega de estos productos vitales en Estados Unidos y Europa.
Llevando esperanza
Tanto si el Reino Unido sigue dependiendo de las importaciones para su suministro de radioisótopos como si decide construir un reactor nacional, los retos de esta cadena de suministro única siguen existiendo. Las radiofarmacias siempre necesitarán una solución de transporte fiable, sólida y segura para garantizar que los pacientes del Reino Unido puedan recibir diagnósticos y tratamientos contra el cáncer que les salven la vida.
En Life Couriers, nos enorgullece apoyar a las radiofarmacias del Reino Unido para llevar esperanza a los pacientes, sus familias y sus seres queridos.
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